El Tribunal Constitucional húngaro debatirá el lunes la impugnación de la ministra de Justicia a una sentencia del Tribunal de la UE que afirma que Budapest ha infringido las leyes de la UE destinadas a proteger a los refugiados al deportarlos a la frontera con Serbia.
La ministra Judit Varga presentó su moción ante el tribunal en febrero, diciendo que la aplicación de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea tendría como resultado que muchos migrantes se quedaran permanentemente en Hungría.
“Esto afectaría a la soberanía de Hungría establecida en la Constitución”, argumenta Varga.
La eurodiputada ha pedido al máximo tribunal húngaro que evalúe si la aplicación de la sentencia del Tribunal de la UE es compatible con la Constitución del país. La moción figura en el orden del día del tribunal el lunes, pero no se sabe cuándo podría esperarse un fallo.
La Comisión Europea dijo el viernes que solicitaba una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para multar a Hungría por el incumplimiento de una sentencia anterior sobre sus normas de asilo
La sesión del Tribunal Constitucional húngaro se produce en un momento delicado en el que Budapest y sus aliados polacos están inmersos en un debate con la Comisión Europea sobre la percepción de la erosión de la democracia y el estado de derecho.
El máximo tribunal de la UE ya ha impuesto una multa de un millón de euros al día a Polonia por mantener una cámara disciplinaria para los jueces, al agudizarse el conflicto sobre las reformas judiciales polacas que, según el bloque, socavan la independencia de los tribunales.
Los nacionalistas gobernantes Ley y Justicia (PiS) dicen que la Comisión Europea se está extralimitando en su mandato al intentar detener sus reformas judiciales.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha apoyado a Polonia en todo momento, criticando a las instituciones de la UE por intentar quitar a los Estados miembros competencias que, según Budapest, nunca se habían conferido a la UE
La disputa con Polonia se agudizó después de que, a petición del Primer Ministro polaco Mateusz Morawiecki, el Tribunal Constitucional de Polonia examinara si algunos elementos de los tratados de la UE eran compatibles con la Constitución polaca.
El Tribunal dijo que no lo eran, en una sentencia que, según los críticos, cuestionaba la primacía del derecho de la UE, un principio de la integración europea.